miércoles, 22 de mayo de 2024

Gota de aceite/ Gilberto Betancourt López

Gota de aceite es fullería. Invoca una voz que parece jugar con la razón y hacerle trampa at la cordura. Primero nos propone una senda tranquila y luego nos arroja a un abismo insondable, enciende una luz para después dejarnos en la más terrible oscuridad; allí la ceguera es luz, la oscuridad es otro sol, y no morir tampoco es vida como bien cita en Alighieri. En este libro de poemas, la palabra se torna en eco que parece provenir de dos orillas: del alma del poeta, ardorosa, desasosegada y febril; y de lo otro sin nombre pero que se parece a la noche, al vacío y al silencio. Así es todo, un clamor para que Hathor nos obsequie la oscuridad del sol, una gota que no es agua sino indisoluble aceite, una realidad paralela proveniente de otros cantos, un someterse a estar en dos lugares a la vez; uno donde se es y uno donde se es otro. 

Primer párrafo. 

Sol
Baja una a una las gradas del sol y no me reconozco; tampoco la ventana tendida contra el muro me observa y es luz, tampoco la ventana que es un gorjeo de pájaros se anima a llevarme entre su vuelo.

Baja, desciende y es el abismo de las cosas:

El borde del traje en hilachas que no es más que la ausencia de una trama, el violín en mi cuarto que se encrespa, la voz del piano es un lecho de agua, y esta fiebre... esta fiebre. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario