En Ritmos del equilibrista el poeta ha madurado, ha dado por fin con el equilibrio que define su mejor estética. Ritmo y sentido. Juegos delicados de aliteraciones definen una música que es también sentido de la existencia. El tiempo, la generosidad y la paciencia de una búsqueda humilde pero indeclinable han hecho de Juan Mares un gran poeta. Mesurado, apasionado, sabio.
Primer párrafo
Esta carta es mi nombre que es tu nombre
hombre es el nombre que nos une
Tras cada embriaguez el equilibrio
allí donde se vibra ante el vacío
un olvido de oídas nos aturde
Y se urde tanta urgencia en los caminos
tanta espuma estridente
donde el nombre nos nombre y desune.
Aquí líneas y puntos tejes
la mudez y el grito.