viernes, 23 de agosto de 2024

La línea sin reposo : catálogo de arte predinástico / Efrén Giraldo

La línea sin reposo; Catálogo de arte predinástico es un libro muy raro en el panorama de la literatura colombiana. Raro y bien escrito. Raro y para gozar leyendo acerca de la actual crítica de arte, teniendo claro, de antemano, que se debe leer entre líneas, analógicamente. Este es un libro como una metáfora. Y es que, deliberadamente, la crítica de arte que aquí aparece es a veces caricaturesca. Se mofa a las claras de tanta intención salvadora o innovadora de las ideas que pululan en el arte, más emparentadas con la sociología, con la moral religiosa, con los análisis etnográficos, etc., que con la verdadera creación artística. Los autores se ríen a carcajadas de las nuevas y las viejas estéticas que han querido salvar el mundo por medio de una obra de arte. Pero lo hacen desde el conocimiento de esas estéticas, de las corrientes y de los temperamentos que existen en el universo de las artes plásticas en general, desde la pintura propiamente y el dibujo, hasta las instalaciones y los performances de última hora. Quizás en el título mismo del libro hay ya una alusión irónica: La línea sin reposo. Catálogo de arte predinástico. Predinástico, dice el diccionario, en el antiguo Egipto, es lo anterior a la dinastía de faraones. Es decir, podría uno arriesgar, que el arte predinástico es el que inventa el agua tibia. Un libro como una metáfora.

Primer párrafo

Poco se puede registrar de los papeles consumidos en el polvo. Se traslapan, se enredan en dobleces y puntas quebradizas. Mienten a cada tanto, ajustician la permanencia de una raya que se extiende. Una historia asoma en ellos. Un archivo del absurdo y el equívoco. Una visión de tiempos idos o nunca divisados. El intérprete anuncia que no sabe lo que verá en ellos y deja regar la tinta mientras copia. Intercala, corrige. Los lee mientras inventa. Sigue las voces que anticipan un gesto, un trazo, una mancha en la distancia. Alguien intenta medir con su cuerpo la brecha entre la nada y el deseo. Otro responde desde su encierro, la cárcel que se vuelve laberinto de una sola ruta : la que lleva al propio corazón. Uno más intenta hacer del silencio la mayor de las certezas. Aunque todos lo niegan, saben de un artista que los pensó y evitó en cada obra parecerse a ellos. 

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