viernes, 23 de agosto de 2024

Un asunto miccional y otros casos de Joaquín Tornado, detective / Emilio Alberto Restrepo

La novela negra es esencialmente un ejercicio intelectual; un juego entre dos contendores que se desconocen entre sí: el autor y el lector. El verdadero protagonista es el lector; su goce consiste en vencer la astucia del autor o en ser vencido por este, y es mayor, en la medida en que la trama se le dificulte. Si es vencido, el lector goza más y busca más. El verdadero jugador es el que disfruta de la derrota, pues en tanto sea derrotado tendrá una causa para luchar, un obstáculo qué vencer. 

Primer párrafo

Una llamada sacudió la rutina de un junio cualquiera derretido por la sequía. Las señoritas Abigail y Constanza Buriticá querían contratar a Joaquín Tornado para que investigara la muerte de su hermano Alirio, un policía jubilado que apareció muerto en el barrio La Villa del Aburra, a son de nada, al parecer en un supuesto atraco callejero, pero sin que le faltara ninguna de sus pertenencias. Los pocos testigos fragmentarios -una vecina, el señor de la tienda- vieron una moto que se acercó, dos tipos encima de ella, al parecer un intercambio de balazos, un cuerpo inerte en el suelo, unos sujetos en fuga. En ese punto se hizo el nudo y la investigación oficial no avanzó para ninguna parte. Nada de indicios, nadie daba razones ni motivos. El hecho se volvió tan solo una anécdota barrial sostenida en un punto ciego poco menos que indescifrable. Deseaban saber si había algo oculto tras aquel asunto. Algo no estaba claro y estaban seguras de que era lo que su hermano hubiera esperado de ellas. Tornado concertó la cita, aceptó el encargo, hizo los acuerdos pertinentes con las hermanas, aclaró sus condiciones, empezó a averiguar y en los primeros días no descubrió nada relevante relacionado con el caso de don Alirio; le llamó la atención, eso si, que siendo tradicionalmente un barrio tranquilo, en los últimos seis meses hubieran sido asesinados doce taxistas adscritos al sector, aunque no necesariamente dentro de sus límites geográficos. 

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