Iván Ilich es un funcionario de la administración zarista cuya principal aspiración, como la de sus colegas, es escalar peldaños en su carrera para mantener su bienestar y así seguir formando parte del mundo burgués en el que ha vivido siempre. Casado por conveniencia, al poco tiempo descubre el hastío que le produce la familia y centra su vida en el trabajo.
Primer párrafo
Durante un descanso en la vista de la causa de los Melvinski, los miembros del tribunal y el fiscal se reunieron en el despacho de Iván Egórovich Shebek, en el amplio edificio de la Audiencia. La conversación recayó sobre el famoso asunto de Brasov: Fiódor Vasílievich, acalorado, mantenía la idea de la incompetencia, mientras Iván Egórovich, no intervenía en la discusión: se había puesto a hojear "Vedémoste", que acababan de traerle.
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