La escritora Carolina Moreyra puso en palabras una experiencia difícil y el ilustrador Odilon Moraes la reinventó con imágenes. Así, con dos voces y dos lenguajes, estos autores brasileños construyen un lugar seguro para refugiarse cuando algo se rompe en la casa.
Primer párrafo
Erase una vez una casa. Mi casa. Tenía sapos en el jardín y un árbol repleto de pajaritos. Un perro grandote y otro chiquito.
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